La revolución tecnológica de los últimos tiempos ha obligado a las empresas a renovarse frente a las nuevas demandas del mercado. En el ámbito comercial la digitalización ha generado grandes cambios con el desarrollo del e-commerce, que habilita la compra y venta de productos y servicios por vía electrónica. El negocio del retail, que se enfoca en la venta directa al público, pareció correr el riesgo de verse afectado frente al paulatino avance del comercio digital, sin embargo, los mitos que se generaron en esta relación compleja se fueron desplomando con el tiempo.
Los cambios en las dinámicas de consumo y los hábitos sociales, explican mejor en muchos casos las diversas dificultades que las empresas pueden sortear en un determinado mercado. El consumidor en la actualidad realiza sus compras de manera integrada, utilizando todos los canales a su alcance para tomar las decisiones que considere apropiadas.
En este nuevo entorno el factor humano gana preponderancia en las tiendas físicas como un valor diferencial en relación con el e-commerce. El vendedor se vuelve una pieza fundamental para poder atender las dudas y necesidades del cliente, para brindar consejos, generar empatía y dar sentido a las operaciones comerciales. Un vendedor competente le brinda un valor añadido al comercio. Esto involucra la capacidad de adaptarse a escenarios, productos y consumidores muy diversos. También implica el conocimiento de técnicas de persuasión, de asesoramiento y atención al cliente efectivas.
Las experiencias de consumo siguen desarrollándose tanto en el comercio tradicional como en el comercio electrónico. En algunos casos los consumidores pueden visualizar un producto vía online y comprarlo en la tienda física y en otros casos puede suceder lo contrario. Tanto el retail como el e-commerce involucran realidades complementarias en donde los mercados pueden complementarse e incluso funcionar en paralelo.
El gran desafío de las tiendas tradicionales en la actualidad consiste, por lo tanto, en aprovechar al máximo el valor del contacto humano en sus operaciones comerciales. El digital signage ha demostrado ser una herramienta fundamental para reinventar el contacto con el cliente y darle a los locales comerciales una estética realmente moderna. Una tienda física innovadora y visualmente atractiva, sigue teniendo hoy una gran capacidad de crear experiencias positivas en los clientes que se vean respaldadas en más y mejores ventas. Para esto es fundamental que el sustento tecnológico que nos brinda la revolución digital no deje a un lado la importancia del factor humano en los tiempos que corren.