Las redes sociales impactan de manera directa en la imagen de marca e influyen en el modo en que los consumidores ven a una empresa. La posibilidad de aumentar o mejorar las ventas convierte a las redes sociales en una parte esencial en la estrategia de las marcas. Sin embargo la conexión que se establece entre el social media y las ventas no es directa ni determinante.
Muchas compañías acrecientan año a año los recursos destinados a estrategias de marketing vinculadas al social media pero se enfrentan a la situación de no tener demasiado en claro cuál es el retorno de la inversión (ROI) ni qué se consigue efectivamente con las redes sociales.
Al establecer una conexión con los usuarios las compañías desarrollan vínculos que impactan de forma directa en la imagen de marca.
Las redes sociales pueden mejorar la conexión entre la marca y el consumidor y así modificar las percepciones que se tienen acerca de la misma. Permiten brindar información sobre los productos y también adquirir conocimiento sobre los gustos de los clientes, lo que las convierte en instrumentos de gran utilidad.
El peso del social media puede ayudar, por lo tanto, a que los usuarios interactúen y tengan mayor contacto con la marca haciéndolos más propensos a la compra. Las redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter no aumentan las ventas en forma directa, pero esto no quiere decir que no puedan hacerlo si se utilizan sus herramientas de manera eficiente. No siempre se ven fácilmente los beneficios ni resulta menos complejo cuantificar los ingresos que derivan de la inversión. Se pueden emplear métricas como los likes, datos de shares y comentarios, entre otros. Pero el verdadero valor de la social media se encuentra en la posibilidad de establecer vínculos directos con los consumidores, de mejorar la imagen de marca de la compañía y de generar un valor añadido al producto.
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